Emprendimiento Kalu Closet: Moda sustentable y amores a segunda vista

Carla Antiquera es la mujer detrás de esta iniciativa que busca crear conciencia en la compra de ropa usada.  La emprendedora es parte del Programa Proyecta Mujer de Corfo.

Vender una prenda que ya fue usada es, para Carla Antiquera, algo así como “tener un amor a segunda vista”. Y es que para la emprendedora detrás de Kalu Closet, es posible enamorarse de ropa que ya tuvo dueña, pero que está en perfectas condiciones, y ese es exactamente el sello que le otorga a lo que vende.

Oriunda de Ovalle, llegó en el año 2018 a Arica. La salud de su hija Matilde la impulsaron a buscar nuevos horizontes junto a su pareja, quien tenía familia en la ciudad. Antes de viajar, tuvo el primer acercamiento con las ventas, cuando tuvo que deshacerse de las abrigadas prendas de su closet. “Nunca había vendido ropa y empecé a sacar la mía, porque como me tenía que venir no podía traer ropa tan abrigada. Al vender sentí que me fue súper bien, muchas de mis amigas, compañeras, familiares me compraron. Ahí yo vi que sí se podía”.

Carla es técnico en Administración. Una vez que llegó a la ciudad, consiguió trabajo de medio tiempo, por lo que con ayuda de su suegra, empezó a vender ropa usada en las ferias durante las tardes. Hasta que en el 2020 se lanzó con Kalu Closet en Facebook, llegando así a más clientas. “Ahí empecé a agarrar ritmo, cada vez vendía más, ya tenía clientas. Como vivía en un departamento, empezaba a publicar y me iban a visitar, y así fue creciendo el boca a boca”, dijo.

Ella define a su emprendimiento de moda sustentable como un espacio para que las personas creen conciencia con el planeta. Se trata además, de prendas mucho más accesibles que una nueva. “El plus que doy es que entrego un producto que es llegar y ponérselo. Si tú vienes a mi negocio apurada, porque vas a una fiesta y te falta el blazer, por ejemplo, vienes, te pones el blazer y te vas directo a la fiesta. No tienes que preocuparte de lavarlo ni de plancharlo”.

“No todo está perdido”

Hace un año, Claudia dejó su trabajo “formal” para dedicarse 100% a su emprendimiento. Una carta de despido le movió el piso, sin embargo, vio en el dedicarse por completo a Kalu Closet una posibilidad. “Mi pareja fue fundamental en ese sentido, porque me decía, ‘oye, tienes Kalu Closet, no todo está perdido’. Yo creo que los momentos duros se dan cuando no vendes nada y empiezas a sacar cálculos y piensas si la ropa estuvo muy fea, o tomé malas decisiones, o compré cosas muy caras. Pero hay que adecuarse y entender que existen ciertas fechas, en los que quizás no te va a ir bien, pero hay que salir adelante”.

Actualmente, la emprendedora forma parte del del programa de Formación y Asistencia Técnica para Emprendedoras y Empresarias de la Región de Arica y Parinacota, Proyecta Mujer, que ejecuta Aspro EIRL con el apoyo de Corfo. El objetivo es proveer de formación teórica práctica para emprendedoras, con el fin de favorecer el desarrollo de capacidades, y que éstas puedan contar con un plan de crecimiento y apoyo para postulación a las diversas fuentes de financiamiento público y privado disponibles; instancia que valoró y agradeció, pues le ha permitido crecer con su negocio, y además, hacer redes con otras emprendedoras de la región.

“Proyecta Mujer ha significado cambiar la mirada, conocer otras personas, ampliar los horizontes. Me ha dado herramientas en conocimiento, ha sido para mí súper bueno. Lo que sí me falta es aprender a coser, que está dentro de mis metas, y por lo que postulé al programa, porque además de vender una ropa sanitizada, quiero empezar a intervenirla con distintos diseños”, contó.

A esto se suma su anhelo de tener un local y sacar a Kalu Closet de su casa, donde atiende regularmente. “Sueño con algo muy lindo, con quizás más emprendedoras también, no sola, entonces igual sería bonito ser parte de una cooperativa. A mí me encanta la ropa, me encanta la moda y me di cuenta de que para poder vender mi propia ropa nunca es tarde, tampoco para aprender y para hacer lo que una le gusta. Las ganas están para encender esas chispitas y motivarse”, concluyó.